Escribo este post después de leer en La Vanguardia de hoy 15 de Noviembre el artículo formado por Francisco Longo (Director del Instituto de Gobernanza y Dirección Pública de Esade) titulado «Tiempo de reformas en el sector público» (lamento no poder poner el link, pues no está en la edición digital libre)
Parece mas que evidente que una de las cosas mas importantes que deberá hacer el gobierno de la Generalitat que salga elegido después de las elecciones será acometer reformas en un sector público que es enormemente costoso e ineficaz.
Como información de interés relacionada con el tema La Vanguardia incluye un gráfico de la Worldwide Goveranance Indicators 2009 en el que, a falta de indicadores referidos a Catalunya, incluye la comparación sobre efectividad en la Administración en relación a la renta per cápita de varios países europeos
La posición de España está por debajo de Portugal y sólo por encima de Grecias e Italia. En relación a nuestra renta per cápita deberíamos estar mucho mas arriba en la tabla.
En su articulo, Francisco Luengo indica, con razón, que la administración utiliza todavía un modelo burocrático del franquismo «mas adecuados para la gestión de tributos, la concesión de licencias o para el mantenimiento del orden público que para la provisión masiva de bienes y servicios».
Asimismo acierta al decir que «la baja efectividad de la Administración no es culpa de los funcionarios…» sino que «se debe, sobre todo a la omnipresencia del paradigma burocrático» y que «hay que superar un gran déficit de management».
Sin embargo las soluciones que propone continúan siendo las equivocadas:
La vinculación del salario a la evaluación del rendimiento que propone es uno de los clásicos errores del managment actual en el sector privado. Traspasarlo a la Administración no va a solucionar los problemas, al igual que no los soluciona en el sector privado. Es una falacia centrarse en el rendimiento de las personas cuando, tal como reconoce, el problema está en el sistema. Lo importante es permitir que los funcionarios puedan participar activamente en el rediseño del trabajo que realizan, no evaluarles sobre su actividad en un sistema que no pueden mejorar.
Tal como expongo en mi post Evaluaciones anuales del rendimiento , la pretensión de evaluar una actividad en base a objetivos y targets individuales anuales es absurdo y lleva a la desmoralización de los empleados. Además, provoca competición en lugar de colaboración entre ellos, lo cual sub-optimiza al sistema.
La función primordial de un Manager es ayudar a los empleados (funcionarios) a aprender cómo pueden mejorar su trabajo día a día para cumplir con el propósito común (dar servicios eficaces a los ciudadanos). Sentarse una vez al año delante de un empleado con un check-list para evaluar si ha conseguido los objetivos es pura y simplemente perder el tiempo y desmotivar la empleado (fucionario).
Precisamente hoy he leído un interesante post en el blog de Glyn Lumley que os recomiendo leer. Son muchos los artículos de personas muy relevantes en Universidades y empresas que abogan por el fin de los famosos «appraisals».
De la misma forma es errónea su sugerencia de introducir «la gestión por resultados y otros incentivos a la eficiencia». Cuando la gestión se basa en los números, en alcanzar los objetivos y no en mejorar el sistema, lo que importa son los números y para conseguirlos todo vale, sobre todo si el salario depende de ello. Podría explicar muchos ejemplos de cómo, para conseguir los números, se llevan a cabo acciones gravemente perjudiciales para la propia organización y para los clientes y usuarios.
Cuando el propósito es conseguir los números del año, el propósito real del sistema (dar a los ciudadanos los mejores servicios) queda aparcado en segundo lugar, pues ésto sólo se consigue actuando en el propio sistema. El foco en los números conlleva una visión errónea de lo que hay que hacer y cómo.
Es cierto que «el problema principal es la productividad» pero medir la productividad, establecer objetivos para mejorarla en lugar de ver qué y cómo suceden las cosas (el flujo de los procesos) y trabajar con todos los integrantes del sistema para mejorarlas es, como dijo Deming, intentar reducir los accidentes mirando las estadísticas.
Creo que las personas que deben liderar los cambios tan necesarios en el sector público no debe caer en el error de copiar las gestiones erróneas de las empresas privadas que nos han llevado donde estamos. Es necesario otro modelo y existe.
No puedo estar más deacuerdo…
Que la reforma de la administración pública en España es una necesidad resulta innegable…El sistema actual resulta caro y el servicio que da es malo…esto «huele» a mala gestión, a sistema caduco…
Respecto a las empresas privadas…los famosos appraisals son meros trámites en el mejor de los casos…en muchas ocasiones se convierten en reuniones en las que el empleado plantea las limitaciones y problemas que le impiden ser más efectivo en su trabajo…y un año después ahí siguen porque nunca está en manos de nadie solucionarlas…la realidad es que los mandos intermedios tienen su foco puesto en su carrera profesional y no en el correcto y adecuado desarrollo de sus funciones y eso nos lleva a unos líderes y gestores que trabajan con información sesgada, incompleta e incluso falsa…aunque esto no debe servirles de excusa, si un mando intermedio no plantea un problema a su jefe es en muchos casos porque sabe que no quiere oirlo…
Al final la pregunta es, sino vas a hacer nada ¿para qué preguntas? …
Gran post, acertadísimo planteamiento, al menos en mi opinión.
Saludos
Berta
Hola Berta:
Agradezco tu comentario.
Como habrás leido en mi post en relación a los appraisals, los he tenido que utilizar durante muchos años para evaluar a personas de mi equipo. Siempre he considerado que eran algo futíl que no aporta ningún valor ni al evaluado ni al evaluador.
Como comentaba en tu blog, las causas de los problemas en las organizaciones no están en las personas, sino en el sistema. Centrar el foco en la evaluación de las personas es un despilfarro. La focalización debe estar en la mejora del sistema, en permitir y motivar a las personas para que aprendan a rediseñar el trabajo que hacen para que aporte valor al cliente / usario / ciudadano.
Lo preocupante del tema es que las escuelas de negocios estén todavía enseñando las cosas equivocadas.
Si te interesa conocer un método para transformar organizaciones te invito a participar en el debate on-line del Jueves en el que explico el método que utilizamos en cientos de organizaciones públicas y privadas en Europa.
Este es el lik: http://bit.ly/9GzlXG
Saludos cordiales
Jose Maria
[…] Noviembre del 2010 escribí un post sobre la necesaria reforma de la administración pública, desde entonces no se ha hecho nada al […]