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Archive for julio 2012

Post escrito conjuntamente con Jordi Cabré

El pasado 4 de Julio escribímos conjuntamente con Jordi Cabré el post titulado Sector Público y Retribución por objetivos – Otra falsa solución” en el que nos hacíamos eco de una noticia aparecida en la prensa digital según la cual Esade estaba proponiendo, una vez más, falsas soluciones para el sector público en Catalunya.

El post fue twiteado en mi cuenta y en la de Jordi Cabré el mismo día con una copia a @esade por alusiones.

Al día siguiente, 5 de Julio recibí un e-mail firmado por Joat Henrich i Ballesté, President de la Associació Catalana de Gestió Pública (ACGP) que reproduzco a continuación:

Benvolgut senyor Raventós,

M’han fet arribar des d’ESADE una comunicació seva via twitter de fa unes hores, amb un article adjunt. M’adreço a vostè per aclarir el malentès. 

Em temo que la informació publicada al web rrhhpress.com sobre la qual vostè es posiciona no es correspon a la realitat. La proposta d’Estatut de la Direcció Pública Professional de Catalunya no és una proposta d’ESADE, és una proposta de l’Associació Catalana de Gestió Pública (ACGP) i, evidentment, res té a veure amb «gestionar las Administraciones Públicas con criterios puros y duros de RRHH similares a los del sector privado».

La proposta va ser exposada la setmana passada en un acte del Club de Direcció Pública d’ESADE Alumni -probablement d’aquí vingui la confusió-, tal com s’ha fet recentment en molts d’altres fòrums (Col·legi de Politòlegs i Sociòlegs de Catalunya, Universitat Pompeu Fabra, … La setmana vinent es presentarà a la seu de la Generalitat de Catalunya a Girona).

La trajectòria de l’ACGP, que treballa per la millora de les nostres organitzacions públiques des de fa 20 anys i que organitza els Congressos Catalans de Gestió Púiblica, no ofereix cap dubte sobre la seva defensa del sector públic. Ara bé, la defensa ha de començar amb l’autoexigència. Ens cal una agenda per la reforma de l’administració, que ens permeti superar determinades mancances que patim per motius històrics i sistèmics.

Un dels molts elements que hauria de configurar aquesta agenda per la reforma és la direcció pública professional. Trobarà el text de la proposta per l’ACGP sobre aquesta matèria a l’enllaç següent: http://www.acgp.cat/novetats.php?idn=24

D’aquesta manera podrà valorar-lo vostè mateix, directament, i sense filtres.

Rebi una cordial salutació,

 Joat

Joat Henrich i Ballester

President

Associació Catalana de Gestió Pública

Una vez leída la propuesta de la Associació Catalana de Gestió Pública, vimos que efectivamente se confirmaba nuestra sospecha de que estaban proponiendo el tremendo error de las evaluaciones y retribuciones por objetivos, y le enviamos el siguiente e-mail. (original en catalán)

Apreciado Sr. Henrich

Como el artículo en cuestión lo escribimos conjuntamente Jordi Cabré y yo, Josep Maria Raventós, esta respuesta también está redactada y firmada por los dos

Le agradecemos su aclaración y la publicaremos en nuestros blogs

 Después de haber leído el texto del Estatuto de la Dirección Pública de Catalunya que Vds. proponen nuestra preocupación es todavía más creciente.

Si se entretiene en leer el artiículo que hemos escrito Jordi y yo verá que nuestros argumentos en contra de la gestión y retribución por objetivos no están basados en falsas ideas o presunciones sino en estudios científicos y en experiencias personales.

Sr. Henrich, Josep Maria Raventos trabaja como consultor en la organización europea Vanguard Consulting LTD en la que llevan a cabo más de 50 proyectos de mejora al año en Inglaterra, Holanda, Bélgica, Australia y Nueva Zelanda.

Jordi Cabré es cofundador y representante en España de la asociación internacional Deming Collaboration y tiene una experiencia y conocimientos muy extensos tal como podrá ver en su blog.

Por nuestra experiencia y conocimientos sabemos que la gestión y retribución que proponen es completamente errónea y tendrá como consecuencia el empeoramiento y encarecimiento de los servicios públicos. Tenemos muchas pruebas y evidencias

Por el bien del servicios público y de los ciudadanos de Catalunya nos gustaría que, por lo menos, nos escuchen y lean los libros científicos y ejemplos que explican claramente cual es el camino para conseguir servicios públicos eficiente

Por favor, no vuelvan a cometer los errores de la gestión privada que nos han llevado donde estamos.

Atentamente

Al no recibir respuesta decidimos acceder a la web de la mencionada Associació Catalana de Gestió Pública y leemos que algunos de sus propósitos son los siguientes:

  • Facilitamos el intercambio de experiencias entre personas e instituciones interesadas en la innovación y la mejora
  • Animamos y difundimos las iniciativas y propuestas innovadoras en el ámbito de la gestión pública.

Al cabo de otra semana sin recibir respuesta y a la vista de estos prometedores propósitos decidimos:

  1. Enviar una carta en los mismos términos directamente al e-mail de contacto de la asociación “ACGP” pero señalando que no teníamos ningún interés económico
  2. Enviar un e-mail a uno de los vocales de la ACGP que conocemos
  3. Enviar algunos Tweets a personas que están vinculadas con la Escuela de Administración Pública y  ESADE.

Es curioso y sospechoso que transcurridas dos semanas no hayamos recibido ninguna respuesta, lo que nos hace pensar que existen muchos intereses “ocultos” en la forma en que se está llevando a cabo esta propuesta de reforma de la gestión pública.

Observamos, por ejemplo, que la dirección e-mail del Presidente pertenece a Esade y que además también participan IESE, CECOT y la Cámara de Comercio. Sería interesante saber lo que cobran las escuelas de negocios por sus servicios de asesoramiento y cuanto nos van a costar los sistemas de información que seguro que Indra u otro proveedor venderá a las organizaciones públicas para hacer de forma automática, rápida y eficiente las cosas equivocadas.

Sr. Joat Henrich i Ballester, están Vds. en su derecho a hacer los negocios que quieran, pero, por favor no engañen a los ciudadanos. Sus propósitos, lejos de lo que exponen en su web, no buscan mayor utilidad que hacer negocio.

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Este articulo está escrito conjuntamente con  Jordi Cabré 

A través de la una publicación digital de RRHH nos llega la noticia de que ESADE está proponiendo gestionar las Administraciones Públicas con “criterios puros y duros de RRHH similares a los del sector privado”.

Una vez más, una escuela de negocios propone una “solución” para mejorar el sector público. La vieja receta de siempre, una receta para resolver eficientemente el problema equivocado, para que hagamos bien y rápido lo incorrecto: la dirección por objetivos asignando una retribución variable a los funcionarios en función del cumplimiento de los mismos.

Se sugiere una vez más las mismas soluciones que causaron esta profunda crisis en la que estamos. Les aconsejo que lean  el “Informe de la Comisión Nacional de los Estados Unidos sobre las Causas de la Crisis” (“Final Report of the National Commission on the Causes of the Financial and Economic Crisis in the United States. En este informe la dirección por objetivos se apunta como una de las principales causas.

Hoy tenemos en España una crisis originada fundamentalmente por un modelo de dirección ineficiente, cuyo mejor exponente es el sector financiero, donde sus ejecutivos han trabajado bajo un sistema de retribución por objetivos y cuyas consecuencias las estamos pagando el resto de ciudadanos. ¿Queremos llevar al conjunto del país a repetir estos errores? ¿No sabemos aprender de los errores?

No son los únicos, este modelo fallido ha sido aplicado en multitud de empresas privadas. Con ello nuestra competitividad no ha alcanzado mejores cuotas.

Reconozco que no es un tema baladí y que en otros países es objeto de discusión. Pero aquí todavía no ha llegado el debate y seguimos a pies juntillas ideas objeto de reflexión por aquellos que las exportan.

Algunos científicos del Management como W. Shewhart, W. Edwards Deming, Rusell L. Ackoff y Peter Senge, llevan años avisándonos de este error. Existen razones: sistémicas, estadísticas, de psicología y del aprendizaje organizacional. En algunos lugares se empieza a entender la causa. ¿Por qué nosotros no podemos?

Diríase que en demasiadas escuelas de negocio faltan criterios para entender, incluso para estudiar las causas de la escasa eficiencia, eficacia y competitividad del sistema gerencial que nos envuelve y persiguen anclarse en modelos de curandero vendiendo pócimas milagreras llenas de aparente objetividad, pero con raíces y fundamentos falsos.

Una retribución basada en objetivos, está lleno de gravísimos errores de fundamento y con consecuencias desastrosas. Uno de ellos es que favorece el cortoplacismo, pues sólo se puede pagar por resultados “medibles” en el periodo de evaluación, no por los efectos futuros de nuestras decisiones de hoy. La calidad del trabajo y la consideración de los efectos que producirán en el futuro carecen de interés. Es más, el sistema favorece su omisión.

¿Acaso con este modelo, alguien pagaría por unos estudios cuyos efectos no se producirán hasta dentro de meses o años?

Así los altos ejecutivos de la banca han logrado sus objetivos de concesiones de crédito y venta de productos financieros, en el año a retribuir, omitiendo el análisis de las consecuencias futuras: la crisis que todos estamos pagando. Lo peor de ello es que estos ejecutivos no tienen la culpa, es el sistema lo que los ha conducido a cometer tantos errores. Un sistema que ha seguido fielmente la doctrina de las escuelas de negocio al uso. Una escuela que ha obviado las enseñanzas de los padres de la ciencia del Management a favor de “construir” un modelo fácil de explicar, repetible, empaquetable y vendible por prestigiosas consultoras.

Demasiados intereses se juntan para evitar ver lo obvio, desde la venta de sofisticadas aplicaciones informáticas para agilizar el error, hasta la consultoría, una forma de consultoría que de decir la verdad dejaría de tener el sentido que hoy se le quiere dar por las grandes escuelas y consultoras de prestigio.

Pero la dirección por objetivos no es siquiera un invento de uso occidental, procede en esencia del modelo soviético, el que se utilizaba en la planificación quinquenal y cuyo mayor éxito fue su propia desaparición.

La planificación soviética se basaba en el mismo falso fundamento económico de que los objetivos planificados tenían rango de realidad. Bastaba programar una serie de objetivos a escala nacional, hacer el despliegue por territorios y fábricas y esperar a que se cumplieran. Y por supuesto, por la cuenta que les traía a los responsables afectados, se cumplía y en el periodo establecido. Si los altos jerarcas y sus burócratas decidían unos niveles de producción con sofisticados niveles de “medición” y seguimiento ¿Qué podía fallar? Pues el sistema se rompió y a pesar del cumplimiento de objetivos la URSS mostró su alta ineficiencia.

La dirección por objetivos es el sistema que se aplica cuando la dirección no sabe como dirigir, desconoce el trabajo de los dirigidos, no aplica el liderazgo… y ante ausencias tan importantes lo único que quedan son números y hojas de cálculo que cualquiera puede revisar desde su despacho.

“La dirección por objetivos es la abdicación del Management en sus funciones” decía W. Edwards Deming.

¿Esto es lo que persisten en querer implantar en el sector público? ¿No hay bastante en haber dejado el nivel privado de este país en unos niveles de ineficiencia insuperables?

En su planteamiento hay varios errores básicos:

1. Creer que el problema en las organizaciones (en este caso las AAPP) son las personas. Ya hacen muchos años que Edward Deming dijo que el 94% de los problemas en las organizaciones son debidos al sistema y sólo el 6% son debidos a las personas. Una misma persona da resultados diferentes en función del sistema en el que trabaja.

Hace dos años el primer premio al “Innovation Managment Exchange” (Gary Hamel) trataba precisamente de “forget your people. Real leaders act on the systems y explicaba un caso en la Aministración Pública de UK, que se basaba en esta idea.

2. Creer que la gestión en el sector privado es mejor que en el sector público. No existe ninguna evidencia de esta suposición. El modelo de dirección parte de supuestos parecidos, aunque la estructura fuertemente jerarquizada de las administraciones públicas refuerza algunos errores y reduce la creatividad. Los objetivos sólo pueden que deteriorar aún más la rigidez estructural.

La empresa privada cobrará para su servicio los costes más el beneficio que justifica su actividad. Ninguna empresa privada pujará por un negocio ruinoso. Por este motivo acotará sus inversiones al periodo de concesión, el cual, salvo ser exageradamente largo, nos llevará a una visión cortoplacista e ineficiente.

En realidad la gran mayoría de dirigentes y gestores en el sector privado practican un tipo de gestión “command and control” completamente alejado del estilo de Management que es necesario hoy en día para tener lo que no tenemos, empresas competitivas (salvo honrosas excepciones).

Nuestro gran problema está en la manera en que los líderes y dirigentes piensan, ya sea en el sector privado o en el público.

Las privatizaciones suponen para las administraciones públicas una reducción de sus deudas y un aumento de la liquidez a corto plazo, a cambio de perder para el conjunto de la sociedad los beneficios que legítimamente obtendrá la empresa privada.

3. Creer en la teoría X en lugar de la Y. Detrás de la gestión por objetivos y su conexión con la retribución está la idea taylorista de que las personas necesitan ser motivadas para que trabajen. En realidad la gestión por objetivos hace que el propósito del trabajo sea cumplirlos (propósito de facto) en lugar de cumplir con los propósito de crear valor para el ciudadano.

La consecuencia directa de ligar la retribución a objetivos son las trampas y los engaños.  Pregunten a los empleados de banca que vendieron las acciones preferentes porqué engañaron a los clientes:  para cumplir sus objetivos y cobrar los bonus.

4. Creer que sólo es importante y se puede gestionar lo medible. Pero en el intento de cumplir objetivos medibles el empleado limita su campo de visión a sólo lo que para su dirección es importante. Lo ocurrido en banca es uno de tantos casos.

5. Pensar que los diferentes resultados que obtienen los empleados dependen de sí mismos, sin comprender que la variación entre diferentes personas es causada por el sistema.

6. No entender que la rivalidad que este modelo causa entre personas, unidades y departamentos destruyen el espíritu de colaboración, la transparencia, la comunicación y la creatividad, lo que se traduce en un deterioro de los resultados globales.

La mejora en el Sector Público sólo es posible si se abandonan las ideas y conceptos erróneos que han ocasionado que sea un “paquidermo” lento, ineficaz, caro y con servicios pésimos. Pero estas ideas no las vamos a encontrar en el sector privado.

La verdadera solución está en otra parte.

Para más información, aquí existe laguna bibliografía sobre la forma de hacerlo.

Puede leer cualquiera de estos  libros en se explica cómo se puede cambiar el sistema.

http://www.amazon.es/dp/B0085BCIY2

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http://www.amazon.es/dp/B005Z2RYUM

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